...como bien lo señalaba el otrora profesor Ernesto Mejía Morante en los años que era un crítico de Antamina por su presencia en Huarmey, en una publicación del Diario La Industria de Chimbote, titulado: "Antamina en Huarmey, El tiempo pasa..." en el que decía: “Muchas acciones, dimes y diretes, reuniones, actas y demás situaciones que endulzaban a nuestros hermanos huarmeyanos se fueron dando”.
CUANDO ANTAMINA ENTRA A HUARMEY, POR LA PUERTA TRASERA, CON SUS MENTIRAS Y ENGAÑOS.

                                 Heber Ocaña Granados

Era 1997, la divisora Compañía Minera Antamina S. A. todavía no se establecía en Huarmey, eran los años que estaban buscando un lugar apropiado para instalarse en alguna ciudad cerca del mar, Huarmey era uno de ellos, también se voceaba la ciudad de Barranca; ante la inminente presencia de ésta compañía en Huarmey, el pueblo en su conjunto idealizaron su futuro, acunando esperanzas de su retaceada situación socio-económica y emprendían sendas cartas a los mandamás de la transnacional.

Con fecha 5 de marzo de 1997, el Sr. Jorge Acuña García, en ese entonces Gerente de la Empresa de Servicios Marítimos Portuarios Miguel Grau, le hace llegar una carta al entonces Gerente General de la minera Don Fernando Porcile, donde le ofrece sus servicios, por ser un hombre experimentado en esos menesteres, por lo que el 3 de abril de ese año, recibe una respuesta escrita muy esperanzadora de parte del Gerente de Administración de la minera Antamina, el Sr. Humberto Montes, donde se lee: “Hemos tomado debida nota de los servicios que su representada ofrece respaldados por una vasta experiencia en su campo” y aclara de las intenciones que ya tenía la compañía sobre su instalación en Huarmey y le dice: “Huarmey es uno de los lugares que efectivamente estamos considerando para la instalación de facilidades portuarias para el Proyecto Minero de Antamina, reúne muchas de las condiciones que estamos buscando para ese propósito…”

la carta respuesta al sr. jorge acuña de parte de antamina

Los hombres de la transnacional ya tenían sus ojos puestos en Huarmey, ya habían hecho sus estudios respectivos, incluso, ya tenían el estudio socio-económico del pueblo, solo esperaban recibir el apoyo de la población, y para ello, usaron estrategias de la más hedionda miseria humana, de ofrecer empleo a todo aquel que se le pidiese, siempre y cuando preste las facilidades desde su silencio, que era lo mejor, o desde su apoyo público en todo momento del tiempo que les era necesario, hasta establecerse y hacerse luego, de la vista gorda, como ocurre hasta hoy.

En el mencionado documento de respuesta, el tal Humberto Montes anota con la mayor desfachatez: “…si Huarmey nos ofrece las condiciones, facilidades y colaboración necesarias para un proyecto de la naturaleza y magnitud del nuestro podría ser el que seleccionemos para la instalación de facilidades portuarias”. Ya desde ese entonces, los antaminosos se investían de engreimiento, como bien lo señalaba el otrora profesor Ernesto Mejía Morante en los años que era un crítico de Antamina por su presencia en Huarmey, en una publicación del Diario La Industria de Chimbote, titulado: "Antamina en Huarmey, El tiempo pasa..." en el que decía: “Muchas acciones, dimes y diretes, reuniones, actas y demás situaciones que endulzaban a nuestros hermanos huarmeyanos se fueron dando”.

parte inicial del texto de ernesto mejia morante

Así se fue instalando Antamina en Huarmey, engaño tras engaño, mentira tras mentira, el pueblo, por su misma necesidad de desempleo, guardaba esperanza de ser parte de la plantilla de la minera en Punta lobitos, creían en todo, pero todo se iba construyendo sobre la base de una farsa, como aquella, de “la creación de los 5 mil puestos de trabajo para los huarmeyanos” o como en aquella publicidad de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, cuando anunciaba a los cuatro vientos, diciendo: “Vienen tiempos mejores, 2,200 millones de dólares para el megaproyecto Antamina”, en la misma publicidad, al final del texto señalaba lo siguiente: “Un compromiso permanente con la comunidad para el mejoramiento de su calidad de vida, cuidando su salud, educación y el medio ambiente”. Ya han pasado más de veinte años y poco o nada se ha hecho con relación al último párrafo de la publicidad de la mencionada sociedad.

publicidad sobre la inversion de antamina en peru

Instituciones de altos inversionistas como es La Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, marketeaban a Antamina en los medios de comunicación nacional, tomando como su medio favorito el diario “El Comercio”, como lo es hasta ahora, para la actual minera, donde todo lo que se publica en el mencionado periódico, le demanda un costo a la minera, porque no son informaciones nacidas desde el mismo interés del medio de comunicación, sino son publirreportajes, que significa un costo económico para la compañía minera, porque es una publicación más que de marketing a sus adeptos, que de información; por ello, desde sus inicios y con toda esa patraña, ha significado, el rompimiento social de un pueblo, dividiendo en dos grupos profundamente marcados, decayendo al abismo insospechable de la pérdida de la unidad, como muy bien se vivía antes de la llegada de la minera a Huarmey.

Incluso sobre eso, Ernesto Mejía Morante, en el artículo señalado, explotaba diciendo: “El pueblo de Huarmey exige transparencia en los acuerdos y negociaciones. Estamos cansados de que nos mientan, nos engañen y nos ilusionen” y finalmente como una estocada de hábil torero español y que probablemente, se direccionaba como de doble filo, señalaba: “Autoridades y ciudadanos: las futuras generaciones nos juzgarán algún día, y mientras tanto… el tiempo pasa”. ¿Las actuales generaciones a quien juzgará?, por eso, hay que ir contando la verdad, porque ya han pasado más de 22 años de aquellos hechos.

Volviendo al tema sobre la respuesta de Humberto Montes al Sr. Jorge Acuña, dicho documento se convierte en un claro condicionamiento a un huarmeyano que ofrece sus servicios empresariales, “si nos dan facilidades, (si) colaboran…” términos que reza en el documento de respuesta, buscaban subyugarles a quienes buscaban una oportunidad laboral, pero esa oportunidad nunca se dio, fueron falsos ofrecimientos, aun cuando muchos se alinearon a favor de la minera en ese entonces, pero vemos que se dieron de bruces, ante la atónita realidad, despercudiéndose luego, de su adhesión a la minera; los ofrecimientos se daban, aprovechándose del tremendo desempleo que se cernía entre el pueblo. Así entró Antamina a Huarmey, por la puerta trasera y con el mayor de sus descaros y con la más inmunda de sus mentiras.

Zaragoza, 28 de agosto de 2020.


PD: Extracto de un texto de investigación en proceso: "Antamina, el mal vecino de Huarmey" - Heber Ocaña Granados.