Heber Ocaña Granados

Desde mucho tiempos atrás, la política nacional no le ha sido favorable ni útil, para el desarrollo social, económico y educativo, mucho menos, cultural para la actual provincia de Huarmey. Siempre me he sabido preguntar, porqué. Porqué después de haber sido creado la provincia de Huarmey, (20 de diciembre de 1984 – hace 34 años - 2019) no alcanzó de forma mediata o en un mediano plazo, los objetivos que susurraban en el pensamiento de todo huarmeyano que vivió los momentos primigenios de las gestiones para alcanzar, nuevamente, a ser provincia, digo nuevamente, porque en un momento de su historia, Huarmey había sido provincia.

Siempre me interrogo de porqué, siendo Huarmey una provincia geográficamente grande, bendecida de riquezas, recursos, paisajes naturales, playas paradisiacas, propietario de dos valles fértiles que históricamente sus frutos y/o sus cosechas han sido de exportación, no logra despegar hacia una altura considerable, que permita mirar desde nuestra ventana hacia arriba y decirnos, muy cortésmente y con el alma en regocijo, “mi tierra tiene lo que yo anhelo para mis hijos…”, pero lastimosamente, muchos tenemos que emigrar, porque no nos conformamos con lo que vemos a nivel macro, en lo que respecta al desarrollo de la ciudad de la cordialidad y cuando digo “emigrar”, no solo debe entenderse salir fuera de Perú, sino en aquellos huarmeyanos que andan desperdigados dentro del territorio nacional. Porque científicamente, la migración trae consecuencias psicológicas y emocionales, porque dejas atrás una vida, tu cultura, costumbres, amistades, recuerdos y cientos y cientos de sentimientos que se agolpan en nuestras memorias, cada que solemos mirar nuestro pasado y solo queda suspirar y anhelar volver a respirar los aires frescos, aunque no tan frescos tal vez, pero frescos y aires al fin, porque todo lo tuyo amas aunque sea una minúscula esencia de pasividad.

De tantas preguntas y preguntas que me he hecho leyendo tanto sobre Huarmey y su historia, he logrado yo mismo darme una respuesta, sobre tres momentos claves y a la vez desaprovechados, que podrían haber sido rescatados y/o mantenidos si ese León dormido, que tanto se pregona, se mantuviera siempre vigilante, en salvaguarda de los intereses de los huarmeyanos, por lo que creo y debemos desterrar aquella frase: “Huarmey es León dormido” de nuestro vocabulario de lucha, porque de nada sirve, tener un vigilante feroz en estado de reposo como si viviera en la paz de los sepulcros, porque cuando se levanta, y como sucede a todo cuerpo físico, que en su primer despertar, aflora el desgano, y si no encendemos la llama de la responsabilidad y la consecuencia, ese desgano, ganara la batalla y seguiremos teniendo a ese león dormido y macerado en flojera y en plan de zángano, por ello que Huarmey no logró y logra lo que personalmente creo, hubiera sido la esencia de su desarrollo, lógicamente, también se debe contar con la voluntad férrea y fanática de sus hijos, de sus poblanos, y estar a la altura de las circunstancias, resaltando desde sus corazones su efervescencia patriótica, inmiscuyéndose en carne, alma y espíritu, para que con garras y dientes tendrían que haber mantenido, lo que en dos oportunidades la perdieron lo que podría haber permitido colocar las bases de su desarrollo, aunque en ritmo lente y pausado, pero seguramente, se estaría en mucho más nivel de lo que se encuentra hoy, de esos dos hechos, -aunque sabemos de otros más- vamos a dedicarnos en las siguientes líneas.

Con fecha catorce del mes de abril de mil novecientos cincuenta, desde la Casa de Gobierno, en Lima, durante el gobierno de General de Brigada Manuel A. Odría, quien fuera el Presidente de la Junta Militar de Gobierno, emite un Decreto Ley N° 11326, cuyo título era: DIVIDIENDO LA ACTUAL PROVINCIA DE SANTA, DEL DEPARTAMENTO DE ANCASH, EN DOS PROVINCIAS: PROVINCIA DEL SANTA, CUYA CAPITAL SERÁ LA CIUDAD DE CHIMBOTE Y PROVINCIA DE HUARMEY, CUYA CAPITAL SERÁ LA CIUDAD DE CASMA, en su artículo 3° señala que: “La Provincia de Huarmey, estará formada por los distritos siguientes: Buenavista Alta, su capital Buenavista; Casma, su capital Casma; Comandante Noel, su capital Puerto de Casma; Huarmey, su capital Huarmey; y Yaután, su capital Yaután.” 

Aquel año, ya teníamos la categoría de Provincia, lo que faltaba era traer la capital de la provincia, hacia nuestro el distrito, ¿De quién o quienes dependió todo esto?, ¿quién o quiénes deberían haber sido los iniciadores de la gestión, para que la capital de la nueva provincia de Huarmey de 1950, sea el distrito de Huarmey?, suponemos que legalmente era posible, probablemente políticamente el asunto era un poco complicado, pero si nadie inició una gestión, no habremos tenido resultado, “pero si luchas, puedes perder, sino luchas estás perdido”, cuál de éstas dos máximas, la practicaron los huarmeyanos de aquel entonces; lo que estamos haciendo una retrospectiva de lo que podría haber sucedido, si los huarmeyanos se ponían manos a la obra y la coraza del amor al pueblo, para darle la posibilidad de un desarrollo desde aquellos años, aunque hubiera sido lento el despegue, como suele suceder en Perú, pero algo mucho más de lo que hoy se avanza, se habría conseguido. Hoy pongo en el tapete de la justicia a esos hombres y mujeres de aquella época, por no dar la faena y el pecho para al menos, mantener el nombre de acuerdo al Decreto Ley de 1950, pero lo perdimos.

La actual provincia vecina de Casma, nos gano la iniciativa, ¿será porque tuvo influencia política?, ¿Porque hubo ciudadanos que fueron capaces de brindar su tiempo, su corazón para mejorar su tierra?, o porque el León que ellos tienen, no duerme, sino está al pie de la historia y en los momentos exactos para rugir conjuntamente con su gente, sin necesidad que nadie le despierte.

Para los casmeños, aquel Decreto Ley N° 11326, donde se le asignó el nombre Huarmey a la nueva provincia, luego de ser dividida la provincia de Santa, y en el que ellos quedaron como distrito, y para paliar o apaciguar desde el gobierno central, le asignaron la capital de la nueva provincia de Huarmey, de hecho, ésta norma les fue lesivo y para nada tuvieron contentamiento en su corazón, porque como naturales y herederos de la cultura Sechín, en ningún momento se cruzaron los brazos y se durmieron en sus laureles, conjuntamente con su león, al contrario, guerrearon, lucharon, protestaron, liderado por sus mejores hijos, tal vez, que siempre vieron una oportunidad para convertirla en desarrollo, fueron –seguramente- largas jornadas de gestiones, trámites, documentos, reclamos, para que luego de cinco años y tres meses, se dé una Ley dentro del mismo gobierno de Manuel Odría, la Ley N° 12382, con solo dos artículos, el primero decía: “Denomínase Provincia de Casma a la actual Provincia de Huarmey, del Departamento de Ancash, creada por el Decreto Ley N° 11326.” El segundo señalaba escuetamente “Queda modificado en este sentido el Decreto Ley a que se refiere el artículo anterior.”

Los casmeños se la lucharon y con dignidad lograron lo que para ellos les significaba una oportunidad para su desarrollo, desde aquel entonces, cerca a treinta años, los huarmeyanos tuvimos dependencia de la jurisdicción Casmeña, porque era la capital de la provincia y muchos, que tenían que hacer gestiones, obligadamente tenían que viajar a la ciudad de Casma y aunque pareciera una “insolación” decirlo, en los 34 años que tiene Huarmey como provincia, todavía en algunos aspectos dependemos de la ciudad del eterno sol, ya sea por necesidad de algunas agencias bancarias, oficinas privadas, dependencias públicas, negocios, entre otros, es decir, todavía no hemos roto el cordón umbilical desde aquel 20 de diciembre de 1984.

El entonces Presidente de la Comisión de Pesca de la Cámara de Diputados, el Ing. Teófilo López Vidal, natural de la provincia de Pomabamba, un 25 de octubre de 1957, presentó un proyecto de ley denominado: “Instituto Técnico de Pesca”; un medio de comunicación de la época, anunciaba un año después, exactamente el 25 de octubre de 1958, la llegada a Huarmey del diputado ancashino Ing. Teófilo C. López Vidal para el domingo 26, con el fin de formar un Frente Único para que se establezca en Huarmey, el Instituto Nacional Técnico de Pesquería, ese día, el pueblo vivió una fiesta y el alcalde huarmeyano, el Sr. Luis Morante, en su discurso de bienvenida manifestó: “Lo declaro HUESPED ILUSTRE de este distrito, porque viene trayéndonos una obra que ha de dar gran transformación de este puerto y va a tecnificar a los hombres que viven en el mar, hacer una vida honrada a que tiene derecho; viene el Sr. Diputado a infundirle el bien y el progreso a esta zona” por su parte el ilustre visitante manifestó: “Vengo a entregar al Sr. Alcalde y ante la mirada cautelosa de todos, este proyecto de Ley que favorece la creación de la Escuela Técnica de Pesquería en Huarmey”       

El celebrado Proyecto de Ley fue debatido en la sesión matinal del martes 24 de febrero de 1959 (a un año y cuatro meses después de su presentación), dicho proyecto mereció el dictamen favorable de parte de la Comisión de Pesca. Aquel dictamen favorable fue noticia a nivel nacional, publicado en casi todos los medios escritos de la época, porque por primera vez se crearía una Escuela de Pesca en el Perú y su sede estaría en Huarmey.

Luego de casi dos meses, exactamente el 13 de abril de 1959, en la 14a sesión se aprobaría en la Cámara de Diputados el mencionado proyecto y que a la letra diría así:.

El Congreso, etc.

Ha dado la Ley siguiente:

Articulo1° Créase un Instituto de Pesca en la ciudad de Huarmey, con el fin de proporcionar enseñanza técnica sobre pesquería.

Artículo 2° Consígnese en el Presupuesto General de la República para 1960 una partida de Trescientos mil soles oro (s/ 300,000.00), para el establecimiento y funcionamiento del Instituto de Pesca en Huarmey que se crea mediante la presente Ley.

Dada, etc.

Dése cuenta – Sala de comisiones.

Lima, 17 de abril de 1959

La aprobación en la cámara de Diputados para la creación de un Instituto de Pesca en la ciudad de Huarmey, fue noticia nacional que los huarmeyanos de aquel entonces, vivieron su propia algarabía, ello se muestra en la carta del Secretario de Defensa del Sindicato de Pescadores de Huarmey, el Sr. René Iyada F, de fecha 14 de junio de 1959 que fue publicado en un Diario de Chimbote, cuyo contenido decía: “Los pescadores de Huarmey agradecemos infinitamente al Señor Diputado por el Departamento de Ancash Ingeniero Teófilo López Vidal, por ser el único Representante Ancashino que en toda la historia de vida republicana del país se ha ocupado del problema de los pescadores con tan maravillosa idea que sirve de adquisición de vastos conocimientos de acuerdo con los adelantos de la época. Asimismo entraremos de lleno a incorporarnos en los derechos sociales como obreros profesionales y especializados, que nos pertenece por ley natural…”

¿Qué pasó?, ¿Porqué no se efectuó dicha aprobación?, entendemos que pasaría a la Cámara de Senadores, donde hubo trabas e indiferencia política, pero, qué hicieron los huarmeyanos para contrarrestar ese mal sabor en la cámara de senadores?, ¿hubo pronunciamientos por parte de los gremios de pescadores de Huarmey?, ¿Las autoridades, aquella que con tanta algarabía recibieron al diputado creador del proyecto, enviaron sendos documentos exigiendo que se cumpla con lo aprobado en la cámara de diputados?, ¿se buscó más aliados políticos, tanto en la cámara de diputados y la de senadores?, ¿otra vez, el león fue hallado dormido y no tuvo tiempo de rugir y lanzar sus garras ante quienes venían obstaculizando el cumplimiento del mencionado acuerdo en la cámara de diputados?, porque luego de diez meses, aquel que permitió que Huarmey sea provincia en 1984, el Arquitecto Fernando Belaunde Terry, firma el Decreto Supremo N° 8, donde en su considerando señalaba: “Que es necesario que en la ciudad del Callao, Capital de la Provincia Constitucional del mismo nombre, funcione un plantel que imparta enseñanza en Pesquería y Derivados, que prepare a la juventud en dichas actividades técnicas por ser una de las principales del puerto.” Nuevamente, la influencia política y la pasividad de santo del pueblo huarmeyano, se dejó arrebatar algo que ya lo tenía entre las manos. Nuestra investigación nos ha llevado a determinar, que parte de culpa y quizá la mayor, la tiene el pueblo de Huarmey y sus autoridades, porque nunca “peleo la buena batalla” para dar por cumplimiento a algo que ya tenía apoyo político, una muestra más, para decir, no es de sabios tener un león dormido, porque históricamente de nada ha valido al pueblo de Huarmey, que viva en permanente ensoñación. 

Veintitrés años después, Huarmey logra tener un Instituto Superior Tecnológico, empezando a funcionar con dos especialidades: Producción Agropecuaria y la que se la robaron, Tecnología pesquera, pero demasiado tarde, la época del boom pesquero ya solo era un recuerdo, y las grandes industrias de harina, aceite y conservas de pescado, estaban en decadencia en Huarmey y en los puertos aledaños, que fueron el símbolo de una época rica en producción industrial marina, el tiempo había cambiado, pero al parecer, el huarmeyano seguía teniendo esa pasividad, ese letargo, sumisión, conformismo que todo le va y le viene, sin pensar antes, en el desarrollo de su tierra.

Zaragoza, 07 de diciembre de 2019.