- HUARMEY COMO CENTRO DE ACOPIO DE LA CAZA DE LOBO MARINO.
Heber Ocaña Granados
En los años 30 del siglo XX, exactamente en 1936, nace la primera empresa pesquera llamada Compañía Nacional de Pesca, cuya actividad pesquera era la caza de lobo marino, su centro de operaciones fue la caleta de San Andrés en Pisco (Ica), luego la empresa crecería y tendría en la caleta de Máncora. Su primer gestor fue el español Martín Weis Durand.
La caza del lobo se hacía en las aguas marinas de Chimbote y Huarmey; también se cazaba en las islas de El Frontón y San Lorenzo, en el Callao, entre otras zonas del sur.
Según refiere los datos históricos, en la explotación del lobo marino se beneficiaban los cueros o pieles, la carne y los huesos para hacer harina y las grasas para aceites. De todos los productos salidos del lobo marino, un 25% se vendían en el mercado nacional y el otro 75% restante se exportaba a los Estados Unidos, siendo el único mercado de exportación de los productos derivados.
Para la caza de los lobos, había dos campañas anuales, el primero que iba de diciembre a febrero y el segundo de abril a agosto. Éste trabajo ocupaba alrededor de 180 hombres, los mismos que ganaban s/ 1.20 al día, más s/ 0.10 por cada lobo capturado y beneficiado. En las dos campañas anuales mencionadas se lograba capturar entre 100,000 y 150,000 lobos anuales.
Uno de los principales centros de acopio en las playas de Huarmey, era la actual turística lobera, que abastecía un gran porcentaje de toda la captura anual que hacía la Compañía Nacional de Pesca.
Cada pescador tenía su especialidad y se calificaban en playeros, nadadores, cuchilleros, rajadores, tingueros, lingueros, boteros, degordadores y saladores. En ese tiempo, estos trabajadores de la mar, no tenían una organización gremial que los agrupe, era demasiado incipiente las exigencias de derechos por esos años y las compañías explotaban demasiado a los trabajadores; la pesca, todavía no era una actividad altamente económica ni empleaba a mucha gente, era una actividad que con el paso de los años, se convertiría en una actividad económica rentable para el fisco y generador de empleo en todo el litoral peruano.
Como antecedente del uso de dinamita para la caza de lobos marinos, existe una carta de Francisco Ballén, Gerente Interino, en ese entonces, de la Compañía Administradora de Guano, que le envía al Jefe del Estado Mayor General de Marina – Ministerio de Marina, con fecha 13 de febrero de 1935, donde le manifiesta sobre las embarcaciones que emplea don Martin Wais Durán, que tiene autorización por el Ministerio de Marina para que pueda cazar lobos marinos y que éstas embarcaciones están pretendiendo realizar sus actividades de caza en las inmediaciones de las islas guaneras y de algunas puntas del litoral en donde se aglomera el fertilizante, por ello, preocupado por lo que podría ocurrir, en salvaguarda de las islas y las puntas, manifestándole lo siguiente:
“Como el Decreto Supremo de 14 de julio del año pasado, prohíbe en forma terminante a toda clase de embarcaciones aproximarse a las islas y puntos con guano a una distancia menor de dos millas, hemos creído conveniente dirigirnos a Ud. Para rogarle se sirva mandar al mencionado industrial se abstenga, en lo absoluto, de ejercer la caza de lobos en dichos lugares, y ya que de éste asunto tratamos, séanos a la vez permitido recomendar al Despacho de su digno cargo se llame la atención hacia la prohibición que también existe para hacer uso de dinamita con el objeto de matar a los lobos y, por último, que se compruebe si se da cumplimiento a las disposiciones contenidas en el articulo 2 y siguientes de la Resolución Suprema de 27 de enero pasado, declarando libre la caza de lobos y la pesca de ballenas, industrias que están sujetas a la disposiciones que la misma resolución señala”
Tres años después, el mismo Francisco Ballén, constituido ya como Gerente de la Compañía Administradora de Guano, le envía una carta con fecha, Lima, 2 de marzo de 1938, al Señor Director General de Hacienda, donde le manifiesta el tipo de trabajo que realizaban las empresas autorizadas, con el lobo marino cazado y de qué manera afectaba a las aves guaneras:
“Con motivo de una reciente visita que esta Gerencia mandó efectuar a los lugares donde se realiza la caza de lobos de mar, hemos podido comprobar que la circunstancia de que no se utilicen íntegramente los cadáveres de estos animales, traen la presencia de gran cantidad de buitres y gallinazos que se alimentan de estos lobos abandonados, lo cual es perjudicial para las aves guaneras, pues cuando terminan con los lobos, las mencionadas aves dañinas, se dirigen en bandadas a los depósitos de guano para alimentarse con las aves guaneras”
Las malas prácticas de las Compañías loberas ponían en riego el hábitat de las aves guaneras y por ende, era perjudicial para la industria del guano, el zoólogo y naturalista inglés Charles Elton, manifestaba la presencia del hombre con relación a su presencia en los espacios naturales: “tener adecuados enemigos naturales es una ventaja biológica, pero de todas las nocivas influencias, incluyendo predadores, inundaciones, sequías, incendios y enfermedades, ninguna es más perniciosa a la flora y fauna de las regiones primitivas que el arribo a éstas del hombre civilizado”
Estamos en la segunda década del siglo XXI, y nos damos cuenta que todo los males ambientales que viene sufriendo la naturaleza, están siendo ocasionados por el hombre, el furibundo ser vivo que por crear riqueza, devasta todo lo que encuentra a su paso.
Escrito en Zaragoza, España, Noviembre del 2018.
Publicado: 2019-03-25
La caza del lobo se hacía en las aguas marinas de Chimbote y Huarmey; también se cazaba en las islas de El Frontón y San Lorenzo, en el Callao, entre otras zonas del sur.
Escrito por
Heber Ocaña Granados
Proyecto Futura - Santo Domingo - Huarmey - Ancash - Perú.