Cronistas y viajeros dan cuenta de la existencia del Valle de Culebras, desde tiempos inmemoriales; llegándose a encontrar entierros de restos fósiles, algunos restos de aldeas y piedras grabadas por los indios antiguos. Antonio Raimondi, habla sobre estas piedras, y dice que éstas se hallan en “los cerros inmediatos al lugar denominado Janca, y que tiene mucha analogía con las que se notan en el alto de la caldera, a poca distancia de Arequipa”.
LOS ORÍGENES DE CALETA CULEBRAS

                                                                                         Heber Ocaña Granados

Cronistas y viajeros dan cuenta de la existencia del Valle de Culebras, desde tiempos inmemoriales; llegándose a encontrar entierros de restos fósiles, algunos restos de aldeas y piedras grabadas por los indios antiguos. Antonio Raimondi, habla sobre estas piedras, y dice que éstas se hallan en “los cerros inmediatos al lugar denominado Janca, y que tiene mucha analogía con las que se notan en el alto de la caldera, a poca distancia de Arequipa”. 

En el valle de Huarmey, existieron piedras grabadas como el de Cong-Gong; y esto nos lleva a la conclusión que, tanto del valle de Culebras como el de Huarmey, han sido lugares habitados desde hace miles de años, porque desde la época de la conquista, en diversas partes del Perú han sido haladas pictografía o inscripciones jeroglíficas lapidarias.

Cuando en 1859, Antonio Raimondi realiza sus viajes por la costa peruana, desde Lima a Trujillo, encuentra en Culebras, un inmenso desierto verde y “no había ni siquiera una choza para sombrearse”, pero cuando vuelve a fines de 1867, (8 años después) esta vez, haciendo su ingreso por El Molino, después de recorrer los pueblos de las vertientes, encuentra a Culebras todo cambiado, y se quedó maravillado al ver una hermosa casa de madera de dos pisos que se elevaba y a poca distancia una máquina para despepitar algodón, un molino de trigo y una sierra circular, que eran puestos en movimiento por la poderosa fuerza del vapor.

Por otro lado, ya se había construido un pequeño muelle con rieles de fierro, laboratorio para ensayos de minerales y fotografías, varias carretas, útiles de agricultura y diversas cosas que le daban la prestancia de desarrollo y empuje al pequeño lugar de verde vegetación.

Toda ésta transformación, en un lapso de poquísimos ocho años, está patentado por la presencia de un hombre emprendedor. Aquel hombre era Don Tomás Going, venido de los Estados Unidos, luego que fuera declarado la guerra de secesión, en los años de 1860.

La llegada de Tomás Going al valle de Culebras, hace que la zona sea la atracción de los pobladores de Villa Huarmey, con la finalidad de emplearse en los trabajos del cultivo de algodón, que Míster Going había emprendido, pero que no pudo ver realizados sus sueños de extender la zona de cultivo algodonero, por la suma escasez de agua en la quebrada y por su pronta desaparición física.

Caleta Culebras - Foto Heber Ocaña Granados 

Cuando Antonio Raimondi, visitó el valle de Culebras entre el año de 1867, bajando de la zona alta del valle y volviendo por ella, después de realizar estudios a las producciones vegetales, la formación geológica y los numerosos restos de los antiguos habitantes del lugar; Míster Going le acompañó en toda sus excursiones, hasta llegar al pueblo de Huanchay. De ahí tomas caminó de regreso y Antonio Raimondi siguió su camino a pueblo de Aija.

Tomás Going, es la persona que dio la transformación de lugar desértico verdoso, a una gran empresa y próspero centro algodonero, al que hoy vendría a ser el distrito de Culebras.

Toda ésta transformación se dio entre los años 1866 – 1870, mientras que Manuel Uchita Shidoma, hizo su aparición entre los años de 1935 o 1936; después de un margen de 70 años, por lo que podemos decir que, Tomás Going, es el posible forjador de toda la zona denominada “Valle de Culebras, conjuntamente con la parte costa y su litoral.

El 26 de febrero de 1878, el Concejo Departamental de Lima, convoca el concurso para textos de instrucción media, para elegir al mejor texto de Geografía del Perú, tres textos se presentan al juicio del jurado, de los cuales sale como ganador el del seudónimo de Gumesindo Senetbi, cuyo nombre de pila es Enrique Benítes, profesor de la asignatura de Geografía en el Colegio de Nuestra Señora de Guadalupe de Lima.

En aquel texto ganador, podemos encontrar en la página 32, el subtítulo de PRINCIPALES CALETAS, donde ya se nombra al de Culebras y al de Huarmey, dentro de la provincia del Santa, con su capital Casma. Con ésta información queremos mantener nuestra teoría acerca del origen de Caleta Culebras y sobre su fundador; desde no hace mucho, se ha venido diciendo que el fundador de Caleta Culebras ha sido el japonés Ushida Shidoma, pero ya podemos encontrar en éste texto premiado en 1878, que Caleta Culebras ya existía desde antes de aquel año; Ushida Shidoma llegó a Caleta Culebras entre los años de 1935 a 1936, pero antes de él, ya lo había hecho el norteamericano D. Tomás Going a finales de la década de los 60 del siglo XIX.

Cuando Antonio Raimondi realiza su primer viaje por la costa peruana en 1859, afirma que Culebras, era un inmenso desierto verde y “no había ni siquiera una choza para sombrearse”, pero cuando vuelve en 1867 (8 años después), Caleta Culebras ya no era la misma, había tenido profundas transformaciones, quedando maravillado por el cambio ocurrido; además indica Antonio Raimondi, que ésta vez, a encontrado un pequeño muelle con rieles de fierro y una hermosa casa de madera de dos pisos y asevera que toda ésta transformación estuvo patentado por la presencia de D. Tomás Going.

El libro del CURSO DE GEOGRAFÍA DEL PERÚ –para instrucción media- del profesor Enrique Benites, publicado en Lima, por Benito Gil, Editor de la Librería Universal, ubicado en la calle de Lampa (Banco del Herrador) Nº 113, en el año de 1885, luego de 6 años que fuera premiado con la Medalla de Oro, en el Concurso Nacional De Textos Para La Instrucción Media, refuerza ya nuestra anterior teoría sobre los orígenes de Caleta Culebras, donde ensayábamos que el probable fundador de Caleta Culebras haya sido el norteamericano D. Tomás Going y con éste dato encontrado recientemente en el libro CURSO DE GEOGRAFÍA DEL PERU, aseveramos y confirmamos que por lo menos, el fundador de Caleta Culebras no fue Ushida Shidoma.

El libro en mención, tiene todo el respaldo de personalidades serias y responsables que llevaron adelante el concurso convocado por el Honorable Concejo Departamental de Lima. En el informe que presenta el jurado calificador, integrado por Juan F. Durán, Francisco M. Frías y José M. Marquina, indican que, el trabajo de Gumesindo Senetbi es “bastante completa y arreglada, a las últimas disposiciones legislativas, la enunciación de los puertos mayores, menores y caletas; disposición de los departamentos, sus capitales, distritos de que aquellas constan, población, según el último censo: en una palabra, por su estructura, claridad, exactitud en sus datos y estricta sujeción al programa oficial, satisface por completo los deseos del Honorable Concejo Departamental… En conclusión, el jurado cree que debe de declarar y declara: que el curso de Geografía del Perú, presentado bajo el seudónimo de Gumesindo Senetbi, merece el premio ofrecido por el H. Concejo Departamental”.(página V)

Por otra parte, para darle mayor fuerza al trabajo de investigación del profesor Enrique Benítes, la Comisión de Textos de Instrucción Media, emite un veredicto por orden del Concejo Superior de Instrucción Pública, donde indica lo siguiente: “…El texto de Geografía del Perú de D. Enrique Benítes… lo encuentra sumamente útil para la juventud, no solamente por la claridad y concisión con que está escrito sino también por el buen método; requisito indispensable en toda obra didáctica. Por otra parte, el texto es completo, porque abraza todas las materias que comprende el programa oficial de Geografía del Perú, y tiene además la importancia de ser el único en éste ramo, que se ha redactado para la instrucción media de primer grado”. (VII)

Con todos los avales académicos de la época, el trabajo de Enrique Benites logra su reconocimiento y por lo tanto es un trabajo serio y responsable con datos fidedignos que nos permite fiarnos de todo el contenido del libro, de ahí nuestra aventura en incidir sobre los orígenes de Caleta Culebras e ir destejiendo poco a poco historias que todavía no son clarificados para un estudio real y auténtico de nuestros pueblos.