Desde tiempos muy antiguos, podría decirse, desde la pre historia, ha tenido una cercana comunicación con los centros neuralgicos de las diversas épocas de la vasta geografía peruana.
DE LAS CINCO DÉCADAS PERDIDAS PARA LA PROMOCIÓN TURÍSTICA DE HUARMEY

                                                                                               Heber Ocaña Granados.

                                                                 Zaragoza, España, 17 de marzo de 2018.

Las grandes posibilidades de desarrollo cultural, social y económica, siempre se han esgrimido en la provincia de Huarmey desde tiempos antiguos; el territorio huarmeyano ha sido favorecido por ingentes sucesos naturales o promovidos por el hombre, pero no fue considerado como una posibilidad en cierne para su despegue y/o promoción turística y otras actividades que propulsen salir de ese atolladero que año a año, se viene sumergiendo en una ignominia por una hilada de sucesos que solo trae atraso y consecuencias fatales, que como castillo de naipes se desmoronan el sueño de muchos de sus ciudadanos aunque a otros, les parezca que todo va viento en popa, pero el retrato que ven muchos ojos, incluyendo las mías, vemos un Huarmey descalcificado, desnutrido, con pesadumbre, hastiado, moribundo, sin una pizca de querer mejorar sus oportunidades de vida, aun cuando es un pueblo que ha tenido muchos privilegios naturales e incluso científicos, de modo que, tengo que expresar de forma lastimera, que hasta hoy, no hemos aprovechado en sacar lustre de esas oportunas y conveniencias favorables que habrían posibilitado su desarrollo, al menos, al nivel de las provincias vecinas.  

Seguramente se preguntarán porque éste escribe con una desproporcionada desilusión, para eliminar esas malas interpretaciones y permitirme formatear su chip mental de quienes leen este escueto escrito, paso a esbozarles los argumentos del porqué de aquellas palabras iniciales, probablemente llenos de fatalidad y desesperanza.

Desde tiempos muy antiguos, podría decirse, desde la pre historia, Huarmey ha tenido una cercana comunicación con los centros neuralgicos de las diversas épocas de la vasta geografía peruana.

Académicamente y gracias a la entrega total de sus investigaciones del Dr. Duccio Bonavia, luego que caminaran juntos con el arqueólogo cubano Ernesto Tabio las diversas zonas arqueológicas del valle de Huarmey, ubicaron a Huarmey en el centro de los estudios arqueológicos a nivel mundial, quizá como lo ocurrido con el arqueólogo polaco Milosz Giersz, separando una diferencia de cincuenta años.

Esos cincuenta años que separa de un estudio al otro, son las décadas perdidas por parte del huarmeyano, por su inoperatividad y no saber aprovechar todo lo descubierto y estudiado, afectando al desarrollo turístico del pueblo y manteniéndose en una posición de desventaja con provincias vecinas; los resultados científicos fueron difundidos a nivel internacional, pero la desidia y el descuido de toda su gente, hicieron que todo siga igual hasta hoy.

Ramiro Matos Mendieta, antropólogo y arqueólogo contemporáneo del Dr. Duccio Bonavia, manifiesta que; “la investigación arqueológica de Bonavia en Huarmey es sin duda una de las más importantes contribuciones a la arqueología andina, primero, por la calidad científica de sus estudios y, segundo, por el hallazgo de maíz pre cerámico en los andes”, el mencionado profesional no lo dice por su benevolencia y compañerismo con Bonavia, porque creemos que su nivel profesional no lo permite, sino porque valora el trabajo serio y científico de su colega.

Matos Mendieta afirma algo que se debe tomar en cuenta para ampliar el abanico de posibilidades turísticas en la provincia de Huarmey y no solo quedarnos en las playas y playas. Matos Mendieta dice: “… las investigaciones en Huarmey, son pioneras como trabajo interdisciplinario en el Perú, por ser conducidas por un peruano, por sus metas y objetivos concretos, con una metodología de excavación por estratos naturales y un registro arqueológico llevados con rigor científico”, no es poca cosa lo que manifiesta este inminente profesional peruano, a esas declaraciones, los huarmeyanos deben de sacar lustre y aprovechar como quien recupera esas cinco décadas perdidas, y como para cerrar sus expresiones de Matos Mendieta sobre el trabajo de Bonavia, éste señala: “No creo ser exagerado al señalar que la contribución de Bonavia en Huarmey (1960-1979) constituye otro hito arqueológico…”. Siendo llamado un hito arqueológico, me hago una pregunta: ¿Los huarmeyanos han sabido sacar provecho de los estudios de Bonavia para promocionar a Huarmey como atracción turística?

En un escrito inédito que no publico todavía, considero a Duccio Bonavia y a Ernesto Tabio como los precursores de la arqueología en Huarmey y no es exaltación por exaltación, tengo mi razón, fundamentada en los diversos escritos de estos dos personajes que amaron a Huarmey, realizando investigaciones, estudios, publicaciones sobre arqueología en diversas partes del mundo y variados idiomas.

Gracias a los estudios de estos hombres, en especial, por ahora, a Duccio Bonavia, el biólogo, educador, ecologista e investigador peruano Antonio Brack Egg, en su estudio sobre “Tratado de libre comercio y Biodiversidad del Perú”, recoge información sobre plantas y animales de origen peruano, donde señala la cronología de la aparición de las principales plantas cultivadas, cuyos resultados son basados en investigaciones arqueológicas y Huarmey, ocupa una meritoria mención, de tres de las cuarenta y seis plantas originarias de Perú.

Brack Egg dice por ejemplo, que la Yuca se hace presente en el 3,000 a. C. en Los Gavilanes, Huarmey; claro está, primero pasó por Ayacucho en 8,000 a. C. pero esto de por sí, es un fundamento para ir armando el vocabulario convincente para la atracción turística de la provincia de Huarmey.

La Chirimoya aparece entre el 2,700 a 2,220 a. C. en Los Gavilanes, Huarmey, significando esto que en ningún otro lugar del Perú se ha encontrado un resto más antiguo de la agradable chirimoya.

El maní aparece del 3,000 a. C. en Los Gavilanes, Huarmey. Sobre el maní, el ingeniero agrónomo argentino Antonio Krapovickas, manifiesta en sus estudios sobre el maní arqueológico, que; “Los restos más antiguos de maní se remontan al Pre cerámico Final (2500 a 1800 a.C.), hallados en Los Gavilanes, Huarmey, Dep. Ancash, Perú”, conclusión recogida del libro Los Gavilanes, un tremendo aporte más del buen Duccion Bonavia y una razón más para seguir incrementando al léxico cotidiano cuando se tenga que hablar de Huarmey a nivel turístico y de su cultura e identidad.

Hay que recordar que los datos mencionados por Brack Egg, son recogidos del libro científico “Los Gavilanes” y pensar que ese tremendo libro circuló por Huarmey desde los años 80, y los huarmeyanos no supieron aprovechar las informaciones vertidas en el mencionado libro.

Otro de los mencionados en el presente texto, ha sido Ernesto Tabio, arqueólogo cubano que estuvo en Huarmey en varias oportunidades a finales de los años 50, realizando estudios arqueológicos y que tuvo como acompañante al entonces joven Duccio Bonavia.

Estos dos personajes entablaron una sincera amistad que duro en toda la vida de ambos, llegando a enviarse cartas, de Cuba a Perú y de Perú a Cuba, y para mostrar que los estudios realizados por ambos profesionales de la arqueología, no se quedaron dormidos en alguna estantería, desglosaremos cuatro cartas de Ernesto Tabio dirigidas al Dr. Duccio Bonavia.

Primera carta: (para nuestro interés, porque antes de éstas cartas se escribieron muchas otras)

Fechada: 18 de octubre de 1966.

Ernesto Tabio le comunica a Duccio Bonavia: “…estoy iniciando estos días la preparación de una voluminosa tesis titulada “Arqueología de la Costa Central del Perú”, que voy a presentar para hacer mi doctorado en Ciencias Históricas ante La Academia de Ciencias de La Unión de la República Soviética...”

Segunda carta:

Fechada: 14 de octubre de 1967.

“Sigo trabajando en la tesis, que espero defender a fines del año próximo. Versará de la arqueología del sector norte de la Costa Central del Perú, es decir Casma, Huarmey y Fortaleza. De ese sector tengo mucho material mío inédito, irá muy ilustrada con centenares de fotos que ya me ha hecho mi hijo Ernesto…”

Tercera carta:

Fechada: 9 de enero de 1968.

“Mi tesis va engordando día por día, finalmente he decidido presentar la arqueología de los valles de Casma, Culebras, Huarmey, Fortaleza, Supe, Chancay, Chillón, Rímac, Lurín y Chilca. Pienso que se podrá presentar la tesis en setiembre y/o octubre de este año. El grado científico que alcanzaría es muy alto, Dr. En Ciencias Históricas – Arqueología. Este grado se obtiene en la Unión Sovietica…”

Cuarta carta:

Fechada: 8 de setiembre de 1972.

“Igual trato me han deparado los grandes científicos de la Academia de Ciencias de la URSS de la cual formo parte honorariamente, me premiaron la tesis traduciéndola al Ruso y lo van a publicar bajo sus auspicios. Recibí ahí honores y distinciones realmente inmerecidas, todos se desvivían cuidándome y develando por mi salud…”

Como podemos leer, Ernesto Tabio, luego de realizar sus investigaciones arqueológicas en Huarmey y diversas zonas de la costa peruana, regresó a su país, aprovechando el triunfo la Revolución Cubano, de quien recibió todo el apoyo y ocupo importantes cargos en lo académico.

En los extractos de las cartas que hemos presentado, da cuenta de su interés de sustentar su tesis en Rusia, donde incluye a Huarmey y otras zonas de la costa central del Perú y que finalmente es aprobado y traducido al ruso, un honor más para los huarmeyanos, pero esto ocurrió a inicios de los años 70, y poco o nada se supo en el ambiente huarmeyano de todo estos trabajos, por el desinterés que muestran los ciudadanos y sus autoridades de esa parte del Perú, perdiendo oportunidades de aprovecharlos turísticamente el suelo de las warmys bellas.

Con éste aporte nuestro, esperamos que se incremente el vocabulario de todo aquel que quiera promocionar turísticamente a Huarmey, todas ésta bondades culturales e históricas ahonde su identidad como la tierra donde se encontró el maní más antiguo y no el maíz, como se escribe en el himno huarmeyano y donde se realizó un trabajo pionero interdisciplinario en el Perú, como es en la zona llamada Los Gavilanes.